WHITE CUBE X Julián Rubio

Quiero ser una voz que resuene

• Mi proyecto es diverso, desde obra autobiográfica – donde narro mis vivencias, temas sociales de mi interés actualmente el más notorio es la migración, pero también busco una conexión más allá, no solo conmigo,sino, sino con el material, con el lugar de activación de la pieza y con temas histórico- sociales. Mi materia prima es la cerámica junto con materiales reciclados, pero la selección de esos materiales es pensando siempre en la pieza terminada y en el lugar dónde se va a activar. Dado este contexto mi trabajo lo relacionaría para empezar con el proyecto artístico como naturaleza antropológico- existencial ya que no solo uso mis obras como un medio de expresión de una “esencia” antropológica personal, donde capturo emociones, experiencias y pensamientos de mi propia existencia, sino que también se desarrolla un diálogo entre esta construcción personal de lo que represento y lo que busco representar con un diálogo cultural, hablando desde la ajenidad con las que concuerdo de diferentes fuentes sociales pero que considero que necesitan una voz más fuerte que las alce, de parte de mi familia cubana, de estados unidos o mexicana contrastando analógicamente, conceptualmente y figurativamente las desigualdades y similitudes de estos países vecinos.

• Pero mi proyecto no solo tiene la posibilidad de desarrollo en el tema antropológico existencial, sumo al rito y el tema totémico. Muy arraigados a mi educación artística y vivencial, empezando por el rito, la elaboración de la cerámica es un ritual en sí, yo llevo trabajando la cerámica desde que tengo memoria más profesionalmente desde que tengo 10, no podría hablar de mi existencia sin la cerámica, así como el comediante recae en pepito yo me adhiero a la cerámica, buscando siempre esta conexión matérica con ella, la trabajo, conozco sus proceso en cuanto a sus dos caras de la misma moneda, barro y cerámica, Es el material con el que siempre he trabajado y con diferentes maestros del mismo, todos siguen un ritual en la elaboración de sus piezas, la cerámica sigue pasos, es cíclica, con mi obra no solo me represento a mi, represento mi autobiografía ligada a la de mis maestros en diferentes partes de México, desde la familia que me adoptó en Oaxaca para enseñarme la manera tradicional, hasta mi tía que me enseñó la manera más industrial, siempre intentando mantener y conmemorar la técnicas que han pasado por generaciones, hibridándolo con el método más industrial e hibridando también materiales. Para concluir dire que el rito del barro nace en la tierra, y regresará a esta sin hacer mayor escándalo que cuando salió.